martes, 29 de noviembre de 2011

El Blog participara en la difusión del Vía+Crucis

 Por todos es sabido que, el próximo 27 de Febrero de 2012, la piadosa Imagen de Nuestro Padre Jesús de las Cadenas presidirá el Vía Crucis de las Cofradías de Huelva. Con vistas a que dicho acto penitencial tenga la difusión y participación que todos los cofrades deseamos, y dentro de las escasas posibilidades que tenemos, este Blog a tomado la iniciativa de la edición de un cartel anunciador. Por el momento poco más podemos comunicaros, aunque previsiblemente el mismo estará ilustrado con alguna de las fotografías del Señor con las que el Archivo; Cabral-Llorca-Silgado cuenta, siendo esta, una decisión que a día de hoy aún esta en el aire y que próximamente será motivo de futuras noticias.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Iconografía imperial en la imagen de Jesús de las Cadenas.

En esta entrada (con la brevedad que nos caracteriza), vamos a ver de otra forma la Imagen del Señor, vamos a intentar asimilar su iconografía a la del retrato imperial romano, para ello vamos a pasar a analizar los atributos que nos llevan a titular de esta forma estas breves notas.
El manto que luce la imagen del Señor y que conocemos como Clámide nos hace referencia al paludamentum romano, una prenda que habitualmente era utilizada por comandandantes militares, su color solía ser escarlata y tenia un formato rectangular, valiéndose para su colocación de un broche, generalmente metálico que servia de unión de la pieza en el hombro izquierdo y que hacia que la prenda cayese por la zona trasera de la espalda y piernas. En los evangelios se hace mención de esta prenda durante el escarnio, y la describen como de color púrpura, este pigmento  se obtenía de un tinte descubierto por los fenicios que se extraía de un molusco marino, el purpex,  aunque en Huelva lo conocemos popularmente como “cañailla. Era el tinte más caro y exclusivo y su uso era signo de riqueza y alta posición. Había varias tonalidades, más claras o más oscuras, pero la más utilizada era, entre el granate y el morado. Este  era el color de la franja de la toga de los altos magistrados y de la toga triumphalis que llevaban los generales victoriosos que celebraban el Triunfo.

Reconstrucción de la policromía del
Agusto Prima Porta
20 d. C.
Por otro lado, otra pieza de carácter imperial que se menciona en los evangelios es la corona de espinas, poseyendo esta  un matiz claramente peyorativo, y es que su origen podemos relacionarlo con las coronas utilizadas por los emperadores siendo estas realizadas en este caso con ramas de Laurel. En la iconografía clásica, este árbol estaba asociado a través de sus mitos al dios Apolo, patrocinador de los ganadores, en especial de poetas y deportistas aunque finalmente este atributo de la victoria se extendió a todos los campos, incluido el militar. Consiguiendo con esto que todas las personas que saliesen victoriosos de cualquier certamen fuesen coronados con este preciado trofeo, el cual por ende y como símbolo de perpetuo triunfo solía orlar la testa de los retratos del emperador.


Apolo, (detalle).
La Fragua de Vulcano
Diego Velázquez,  1630.
Por ultimo y para no extendernos más, siguiendo los evangelios, vemos una última pieza que podemos relacionarla con este estudio. Tras vestirlo y coronarlo de espinas  a Jesús se le ofreció la caña, este elemento viene a representar un cetro, pretendiendo evocar con ella el bastón de mando de los magistrados y que los generales victoriosos solían  portar al recibir los honores de triunfo en sus entradas en  las Ciudades.
Tras la lectura de estas breves  notas esperamos que la fase “¡Salve Rey de los Judíos!” adquiera todo su significado y comprensión alegórica.

Jesús de las Cadenas
Portando clámide, corona de espinas y caña
Marzo 2004.


viernes, 18 de noviembre de 2011

La Coronación de Espinas según la pintura italiana del museo del Prado

Se presentan estas entradas de manera escueta, puesto que su desarrollo, esperamos que algún día vean la luz en el sitio adecuado. En la época que la imagen de Jesús de la Cadenas salió procesionalmente escenificando la escena de la pasión de la  flagelación siempre escuchamos la “rara” composición que presentaba la talla, al mostrarse el Señor sentado pacientemente recibiendo los latigazos. Ciertamente no era corriente ni natural esa postura puesto que la imagen no fue  realizada con la intención de representar ese pasaje, ya que inicialmente fue concebida para escenificar la escena de la Coronación de Espinas, el Escarnio. Comparando la Talla con algunas escenas pictóricas del mismo tema del museo del Prado vemos como esta sigue al pie de la letra el modelo acuñado por las creaciones pictóricas y no es raro esto,  algunas de ellas, como la de Tiepolo, circuló por los ambientes artísticos en forma de estampa, con lo que la idea de que el autor de la imagen del Señor conociese alguna de estas creaciones y le sirviese de inspiración para la ejecución de la talla nos parece mas que probable, estando también como segunda opción de que tanto el escultor como el pintor bebiesen de la misma fuente para la realización de sus obras. Para este análisis hemos escogido dos obras aunque podíamos haber ampliado el número por lo común de la escena.

La primera se trata de la realizada por Giaquinto Corrado realizada en la primera mitad del S. XVIII como una imagen vale más que mil palabras dejamos el análisis a su juicio. Solo advertir en esta obra por curioso la aparición en escena de las cadenas, en este caso portadas por un sayón que se encuentra  en actitud de prepararlas para el posterior apresamiento del Reo.



La segunda de las obras, forma parte de un conjunto de ocho escenas de la pasión, curiosamente  realizados en 1772 por Giovanni Domenico Tiepolo, estando todas fuertemente influenciadas por obras anteriores, como el conjunto de grabados del Vía crucis que en 1749 realizó con la técnica del aguafuerte el autor. En lo que a composición se refiere en ambas obras la forma de entender el escarnio la figura del Señor se presentan de forma bastante similar, por no decir idéntica. Si bien el hecho de que la Escultura fuese destinada al culto en un convento Mercedario sin duda influyo bastante en su composición final, así en ella advertimos como elemento icnográfico principal los grilletes, elemento que desde su fundación sirvió como emblema a la Orden Redentora de la Merced. Siendo estas Cadenas las que desde el momento de ejecución, sirvieron para advocar a esta devota Imagen del Señor.



   

 Fotos e información;  http://www.museodelprado.es/

jueves, 17 de noviembre de 2011

Via Crucis 2012

Nuestro Padre Jesús de las  Cadenas, titular de la Real e Ilustre Hermandad Sacramental y Capitular de Nuestro Padre Jesús de las Cadenas, Santísimo Cristo de Jerusalén y Buen Viaje y  María Santísima de los Dolores, radicada en la Parroquia de Nuestra Señora de la Merced, ha sido designado para presidir el Vía Crucis de las Hermandades y Cofradías de 2012 de la ciudad de Huelva. El Vía Crucis se celebrará, D.m., en la Santa Iglesia Catedral el próximo día 27 de Febrero de 2012, primer lunes de Cuaresma. Se da la circunstancia que la Hermandad de los Judíos junto con la Hermandad de Jesús Nazareno han sido las corporaciones que más veces han organizado este culto externo puesto que  hasta en tres ocasiones, han sido las veces que sus titulares han presidido dicho acontecimiento. Con motivo de este hecho, periódicamente iremos publicando una serie de entradas dedicadas a la talla del Señor.

Marzo 2011

martes, 15 de noviembre de 2011

La evolución del paso del Cristo de las Cadenas a través del tiempo. La iconografía del Señor (I)

A modo de resumen, vamos a ir conociendo las distintas variaciones que ha tenido el paso del Señor en su día procesional. Desde la propia morfología del Cristo, hasta las andas, pasando por las figuras secundarias y demás elementos. El primer capítulo corresponde a la efigie del Señor, que se ha ido a adaptando a determinados momentos de la Pasión según las necesidades del misterio.

Nuestro Padre Jesús de las Cadenas es una advocación alegórica, propia de los Padres Mercedarios, representa a un cautivo sedente y extenuado con grilletes en los pies. Jesucristo en su Pasión nunca fue encadenado, nos sugiere pues, uno de los fines de la Orden Mercedaria: los rescates a cristianos presos en el norte de África. El culto al Cristo en el templo mercedario onubense se remonta a 1657.
Pero es a partir de la exclaustración de Mendizábal, cuando tenemos noticias del Señor en la Congregación Servita de María Stma de los Dolores. Si bien la titular mariana efectuó su primera salida procesional en 1792, de la del Señor no conocemos fecha exacta. Nos movemos en una horquilla temporal que va desde el mismo 1792, hasta 1862, en que se levanta inventario de los pasos y ya figura el del Señor. En efecto el Señor ya procesionaba con los Servitas desde mucho antes de 1862 y aún así podemos reducir el intervalo, ya que desde al menos 1842, la Cofradía se encontraba disuelta. Textualmente, en las actas del inventario se nos dice: "Señor con el título de las Cadenas (...) sus manos iban atadas con una soga de seis varas de cáñamo dorada, e iba amarrado con una cadena con grilletes de lata, pintada en purpurina de hierro". No se nos habla en ningún momento de columna, aunque seguramente no tardó en incorporarse.

Ya con la documentación gráfica, adivinamos que el Redentor es vestido con rico sudario en tisú y estrena corona de plata para 1914. Desde principios del S.XX hasta casi finales de dicho siglo, sería siempre la misma configuración. La columna fue a la espalda del Señor y posteriormente a su costado derecho, para volver a cambiarse al lado siniestro. Como el Cristo no estaba sujeto al pedestal, esto hacía que mirara al frente en vez de a un lado. Se restaura en 1983 y es despojado de atributos tradicionales, tales como el sudario de tela y la corona de espinas. Ocasionalmente, en cultos, vuelve a lucir la corona, pero procesionalmente sólo se acompaña de la columna. Es, en el Besapiés de 2004, cuando vuelve la corona de espinas de una manera ya casi permanente en el altar y en las salidas, además de la caña y de la clámide, que llevará a partir de 2006 en cada Jueves Santo. La columna, desde 2005, es situada en la trasera del misterio, para dar así mayor protagonismo al Cristo y definir más claramente la burla de la soldadesca romana, que es el momento de la Pasión que representa el Señor cada Jueves Santo. 364 días al año la alegoría mercedaria, un día -el Jueves Santo- la burla.


Con sudario y corona de espinas, instantes previos a la subida del paso.

Tras la eliminación de postizos, sólo con las potencias.

Por primera vez con clámide y caña.


En los últimos tiempos la columna también se eliminó del altar, dando mayor realce al Señor.

La evolución del paso del Cristo de las Cadenas a través del tiempo. Los Judíos, las figuras secundarias (II)

Decíamos que el Cristo siempre se ha tenido que adaptar, en buena medida, al misterio; a las figuras secundarias que lo acompañan. Que se tenga constancia, la Hdad ha contado con dos misterios diferentes, dos grupos de judíos, romanos, sayones o como quiera que se les llame.

El acompañamiento siempre ha sido de tres, y al misterio antiguo lo conocemos por el citado inventario de 1862, y también por una entrevista del que fuera Hermano Mayor durante casi cuarenta años; D. Pedro Garrido Perelló, artífice en casi su totalidad del patrimonio que disfrutamos hoy en día. En las actas, en efecto, se nombran a tres sayones; que el soldado romano lucía casco, coraza y espadín, y que vestían túnicas de pana con calzones y adornos. Pero es, sin duda, mucho más rica la descripción que efectúa Garrido Perelló. Habla de memoria, pues conoció a dichos a judíos antes de comprar los actuales. Merece la pena transcribir textualmente: "Estas intervenciones cofradieras mías, comenzaron en la los Judíos, tan popular como simpática, pero no con los Judíos que ahora salen en procesión, sino con unas figuras pésimas y horrorosamente feas capaces de asustar al más valiente, que lucían unos trajes muy en consonancia con estas esculturas, entre los que destacaba un soldado romano con casco de madera y cartón que nosotros arreglábamos con purpurina y papel de chocolate, que lo convertían en plata y acero refulgente, siendo este centurión, el que sujetaba al Señor en la columna con soga habitualmente purpurinada para que resultase como de oro. También había el portador del Senatus, estandarte de terciopelo negro con letras doradas, y por último el judío más feo y contrahecho de los tres, mirando al Cristo hacía mofa sacándole la lengua".
Como se puede apreciar, no cambia mucho el sentido del misterio antiguo con el actual. Desconocemos la paternidad artística de los judíos primitivos, tampoco sabemos qué se hizo con ellos, aunque si tenemos que fiarnos de las descripciones, no es que se perdiera mucho. Estableciendo una cronología aproximada, pudieron salir por primera vez a la vez que el Señor, esto es desde finales del S.XVIII o comienzos del XIX, hasta los albores del XX, en que fueron sustituidos por los actuales.

Los judíos actuales se compraron en 1912, en Casa Piazza (Sevilla), y fueron restaurados por Emilio Pizarro para ser estrenados junto al nuevo paso en 1913. El romano, el sayón y el sanedrita procedían de la sevillana Hdad del Valle. El centurión probablemente figurara en el primero de los pasos, en el de la Coronación de Espinas, siendo también un romano. Los otros dos cambiaron su sentido, siendo el sayón uno de los ladrones y el sanedrita el anunciador con la corneta del reo, ambos en el segundo de los pasos de la referida Hdad, en el de la Cruz al Hombro.
Es un misterio que ha estado bastante tiempo indefinido y que ha sufrido ligeras transformaciones. Por ejemplo, durante los primeros años, el sanedrita seguía siendo el anunciador con la corneta, situándose en la delantera del paso. Ha sido la figura que más ha cambiado, ya que poco después fue el portador del Senatus, rememorando a uno de los antiguos judíos, para volver a cambiar y ser un sanedrita, primero llevando la sentencia de muerte y luego, actualmente, un báculo. El sayón, inicialmente, iba con una cuerda sujetando al Cristo -también se puede decir que rememora al primitivo-, para más tarde el flagelo y, desde la transformación más historicista de 2005, nuevamente la cuerda. El romano nunca cambió, siempre ha llevado la caña y el casco, también como el antiguo, sólo que seguramente no resulta tan evidente en la mofa -recordemos que el anterior sacaba la lengua: mirando al Cristo hacía mofa sacándole la lengua-.
Se desconoce, más allá de la procedencia de la Cofradía sevillana, una posible autoría. Aunque recientes fuentes los atribuyen a Jerónimo Roldán (S.XVIII).

Son las figuras más secundarias más antiguas de la Ciudad, incluso pudiera darse el caso de ser más longevas que los propios Titulares de la Cofradía mercedaria. Cercano ya el primer Centenario de su estreno (1913-2013), forman el misterio más clásico de la vieja Onuba.

Foto más antigua del misterio, curiosa primera disposición, el sanedrita en la delantera.

Ya en los años veinte del pasado siglo, el sayón cambia la cuerda por el látigo y el sanedrita la trompeta por el Senatus.

Ahora el sacerdote de la ley mosaica con la sentencia.


Los Judíos en la Exposición cofrade organizada por el Consejo de Hdades de Huelva, año 2009.

Y la disposición actual, desde 2005, con el sanedrita llevando el bastón y el sayón la cuerda. El romano lleva coraza, casco y brazaletes de Jesús Domínguez.

La evolución del paso del Cristo de las Cadenas a través del tiempo. El trono procesional (III)

Cuatro han sido los pasos con los que ha contado el Cristo de las Cadenas. Los dos primeros centenarios en su procesionar, el tercero que apenas pasó de la década y el último, el cuarto y actual, que sobrepasa la misma.

El primero fue centenario si hacemos caso a la ausencia de datos, por lo que entendemos que databa de la época de los frailes y que prácticamente llegó hasta el S.XX. Fueron las andas que se vendieron a la Hdad del Santo Entierro, en concreto a las Angustias. Aparecen, por primera vez, en el inventario de la Hdad (1862); se describe como un paso con peana dorada y faldones de pana. También debemos recurrir a la descripción de Garrido Perelló (1924) para hacernos una idea más completa: "Este paso era muy pequeñito, formándolo una canastilla de madera tallada y dorada, con espejos cuyos cíngulos se colocaban cuatro candelabros góticos de plata con guardabrisa que los señores Pérez Márquez estaban obligados a entregar para la procesión, complementando el adorno, seis maceteros de latón pintado a los que pegábamos unos cromos que les daba mucha vista y que servían para colocar otros tantos ramos de flores que la Compañía de Zafra a Huelva nos regalaba por la bondad del entonces director y viejo amigo, don N. de Soto. Este paso era compañero del de la Virgen, aunque de menor valía artística. Los candelabros góticos eran una moda propia de los neos de finales del XIX y comienzos de XX, anteriormente la iluminación era de faroles.

Con la reorganización de 1912, llega un tiempo de esplendor patrimonial que se prolongó hasta la década de los treinta. Llegan las reformas al paso del Señor, nuevo misterio y nuevo paso. Las andas se encargan al afamado tallista José Gil -San Bernardo, El Silencio-. Para 1913 llega y despierta una gran expectación, recibiendo numerosos elogios para, al siguiente año, estrenar los esbeltos candelabros de guardabrisa. En estas reformas encontramos un dato curioso; José Gil presenta también el boceto de una peana-pedestal para el Señor, que es denegada argumentando que el Cristo iba sentado sobre una piedra. Parece que la idea finalmente cuajó y se aceptó años más tarde, pero no fue el proyecto del tallista y se recurrió a algo más funcional. El paso es de estilo neorocalla, con cuatro candelabros guardabrisas de cinco luces cada uno y pinturas de la Pasión en los respiraderos. Ha llegado casi intacto cercano a los cien años, de no ser por la Guerra Civil y otras mutilaciones de dudoso gusto. La canastilla pues, no es la original, ya que al encontrarse fuera de la Iglesia en el 36, es quemada junto a enseres del Santo Entierro y de Pasión en las vaquerizas de la cuesta del San Vicente de Paúl. La actual intenta ser una reproducción de la que se perdió, pero sin duda deja bastante que desear; en ella encontramos medallones con los escudos vinculados a la Hdad. Desde 1938 hasta 1950, el paso sale con un escueto cajón de madera que hace las veces de canasto. El nuevo se encarga a José Álvarez, pero ya no iba el Cristo de las Cadenas, sino el del Buen Viaje.
Siguiendo con el paso, en 1924 se estrenan faldones, una adaptación del escudo del Esclavo que acometió Juan Manuel Rodríguez Ojeda.

Tras la guerra, se intenta arreglar el asunto del canasto del Señor y se plantea la construcción de una paso para el Cristo del Buen Viaje, que es incorporado a la Cofradía. Para tal asunto, es contratado José Oliva y en 1944 parece ser el año de su estreno. El paso finalmente no va para el Crucificado -por más que se pidan constantes donaciones a la Diputación-, sino para el misterio. En 1944, la lluvia hace acto de presencia y retrasa el estreno del formidable trono barroco para 1945, año en que la Hdad sale a la calle con los tres pasos. De grandes dimensiones, tenía que salir a la calle sin esquinas, incluso en sus últimos años lo hacía desde una carpa montada en el porche. Fue el primero de la obra de Oliva en Huelva, Cadenas-Oración-Tres Caídas, y no es descabellado asegurar que fue su mejor talla. Se llegó a dorar en su totalidad, a excepción de los grandes candelabros.
Dejó de salir en 1956, apenas doce años de paso. La nefasta conservación, al aire libre prácticamente, y la mala calidad de la madera de postguerra, hicieron el resto; además de agentes externos que se comieron literalmente el paso. El Señor, sin paso, dejó de salir a la calle cinco años, por lo que el Barrio de la Merced protestó y pidió su vuelta, que lo hizo en su antiguo paso de Gil. "Desvestir un santo para vestir otro", pues el Señor del Buen Viaje dejó de salir momentáneamente.

Nuevamente encontramos al Cristo en su paso de 1913, esta vez con canastilla de 1950. Son los años de penuria de la Hdad, que deja de salir en su totalidad a la calle. A finales de los 60 y comienzos de los 70, se organiza la revitalización de la Cofradía y nuevamente se retoman las salidas anuales. Los candelabros de Gil son cortados incomprensiblemente y en la mente de todos siempre está la idea de un paso nuevo para el Señor. Incluso se contactó con el propio Oliva, pero la emigración de éste y los pocos fondos de los que disponía la Cofradía, hicieron que no llegara a buen puerto el proyecto.
Tendremos que esperar hasta la década de los 90 del pasado siglo, cuando la bonanza de la Hdad permitió retomar el proyecto de unas nuevas andas para el misterio. En 1998 empieza la construcción del paso; las tareas de carpintería en La Rambla (Córdoba) y el tallista Antonio Ibáñez, en colaboración con Joaquín Pineda, para la ejecución. El paso levanta la admiración de la Huelva cofrade y sale por primera vez a la calle el Jueves Santo 20 de Abril del año 2000. En cedro real, cuatro candelabros guardabrisas de siete luces por piña, con dos más pequeños de cinco antorchas también cada uno. Las miniaturas; evangelistas para el 2000-2001, capillas en el 2002, y las cartelas del 2003-2004 son de Emilio López y el dorado de Manuel Calvo (2001-2004).
Estrenó faldones de terciopelo corinto en el 2000, para ser sustituidos por otros de damasco y fleco en 2006.

-Finales del S.XVIII o comienzos del XIX hasta los inicios del XX: Paso primitivo de autoría desconocida, Judíos antiguos también anónimos.

-1913: Paso de José Gil, nuevos Judíos procedentes de la Hdad del Valle. El Señor con sudario y corona de plata.

-1944: Paso de José Oliva.

-1956: Retorna al paso de José Gil.

-2000 hasta la actualidad: Paso de Antonio Ibáñez, vuelta de elementos tradicionales en el misterio, clámide para el Señor.

El paso de Gil, años 20.


Tras la guerra, un cajón por canasto.


Paso de Oliva, aún con los candelabros de Gil.

El paso de Oliva terminado, a falta del dorado.

Vuelta al de Gil.

1999, última salida del Cristo en el paso de Gil.


2000, estreno del paso de Antonio Ibáñez.

El paso terminado.


En la actualidad.

Dos fotos antiguas de Cadenas y Buen Viaje

El misterio de las Cadenas a su paso por la Plaza de la Merced, en los primeros años del S.XX. Nótese el canasto original mucho más rico que el actual, la columna a la espalda del Señor, el actual sanedrita portando el Senatus y los esbeltos candelabros de guardabrisa. (Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño).


La siguiente foto se corresponde a las primeras procesiones del Señor del Buen Viaje, sin el canasto anteriormente citado que había sido destruido en la contienda civil de años atrás. La principal peculiaridad la encontramos en la iluminación; los antiguos faroles de cronología incierta pero que bien pudieron ser los primitivos del misterio. Volvieron a salir con el Cristo a finales de los años setenta, para perderles la pista tras un "peregrinaje cofrade". (Pinchar en la foto para ver a mayor tamaño).